Atrás ha quedado la época en que la reproducción canina consistía en juntar al macho con la hembra y esperar a que la naturaleza -y el azar- hicieran el resto. La determinación del día de ovulación es la piedra angular de la reproducción asistida en los cánidos. Contrariamente a la creencia popular, las perras no ovulan de forma sistemática entre el 10º y el 13º día de celo. Pese a que la mayor parte lo hacen entre el día 10 y el día 17, un gran número de ellas ovulan en otro momento, pudiendo llegar a fechas tan extremas como el 1er y el 30º día de celo (Fig. 1). Además, en cerca del 60% de las perras, la fecha de ovulación varía entre celos, por lo que es necesario hacer un seguimiento del celo cada vez que se quiera hacer reproducir una perra.
Conocer de forma precisa el día de ovulación garantiza tanto el máximo de probabilidades de que nuestra perra quede preñada y como obtener el máximo número de cachorros.
Fig. 1: Día de Ovulación determinado por cuantificación de progesterona en 745 perras
Seguimiento del celo:
Su objetivo es la determinación del día de ovulación, realizándose para ello citologías vaginales y cuantificaciones de la progesterona sanguínea. Con una cierta experiencia, es posible ayudarse de la ecografía ovárica para maximizar la precisión del momento de ovulación.
Más del 50% de los casos de infertilidad en la perra se solucionan con un simple seguimiento del celo.
Realización:
La perra es examinada por primera vez a partir del 5º día. Cuando la citología vaginal muestra que el celo ya ha empezado a avanzar, se saca sangre por primera vez. La progesterona sanguínea aumenta progresivamente desde unos valores próximos a 0 (inicio del celo) hasta más de 30ng/mL, valor al que permanecen durante los 2 meses después del celo. Las perras ovulan a una media de 6ng/mL (Fig. 2)
Fig. 2: Tasa de progesterona sanguínea entorno a la ovulación
Si el primer día la perra ya ha sobrepasado este valor, es imposible conocer la fecha de ovulación (de ahí la importancia de empezar temprano con el seguimiento). En general, bastará con una media de 3 visitas, aunque es posible que se prolongue sin que esto suponga necesariamente un problema, sino que cada perra “dicta su día de ovulación”.
Monta:
El ciclo sexual de la perra es diferente al del resto de los mamíferos. Los ovocitos necesitan entre 2 y 3.5 días para madurar y ser fecundados. Siempre que sea posible, es mejor realizar dos montas, aunque una puede ser suficiente siempre y cuando sea entre el 2º y 3er día tras la ovulación.
Se recomiendan 2 montas a 1 y 3 días (o 2 y tres días) tras la fecha de ovulación.
Si por cualquier razón la hembra no acepta al macho o su potencial reproductor es dudoso, no hay que dudar prever una inseminación. La extracción del semen permite su análisis. Es preferible acudir de “urgencia” al veterinario antes que dejar pasar los días óptimos de fertilidad.
La infertilidad del macho es la segunda gran causa de infertilidad en la perra
Otras aplicaciones del seguimiento del celo:
Determinar el día de ovulación no solo sirve para maximizar la fertilidad. Permite conocer la fecha de todos los cambios que tienen lugar durante la gestación, incluido el día del parto. Esta fecha es fundamental para seguir gestaciones de riesgo, detectar y actuar frente cualquier patología de la gestación, incluidos los partos complicados y la realización de cesáreas.
La gestación en la perra dura 63 ± 1día a partir de la fecha de ovulación
Fechas principales (a partir del día de ovulación) durante el seguimiento de la gestación en la perra
Día 1: Ovulación
Día 21-23: Diagnóstico precoz de gestación por ecografía
Día 50-55: Recuento radiográfico del número de fetos
Día 61: Cesárea programada
Día 63(+-1): Parto
La determinación de la fecha de ovulación es el primer paso para hacer reproducir de forma eficiente a su perra. Por ello, desde nuestro centro le recomendamos que si usted está interesado/a en obtener una camada se ponga en contacto con nosotros incluso desde antes del inicio del celo. Nosotros y le aconsejaremos de todas las modalidades posibles y le ayudaremos a conseguirlo.
Fernando Mir* y Francisco Mir
*Residente del Colegio Europeo de Reproducción – Animales de Compañía